Revista Estudios en Seguridad y Defensa 1(2): 44-47, 2006
La República de Colombia tiene identidad estructural y cultural con muchos países, especialmente Iberoamericanos. De igual manera, comparte su historia de conformación con algunas naciones vecinas, con quienes muestra su compromiso de cooperación para el desarrollo regional.
La Defensa y Seguridad Nacional son competencia exclusiva del Estado, quien se compromete a proteger los elementos vitales de la Nación incluyendo la garantía de soberanía y presencia eficaz de sus instituciones; esta misión requiere que cada ciudadano tenga claridad sobre la identidad, los objetivos de la Nación, qué papel quiere desempeñar en el orden Iberoamericano y qué quiere para el futuro. Es por ello, que durante 5 días se reunieron 15 delegaciones de la región para discutir temas enmarcados en la Defensa y Seguridad Nacional.
Para garantizar los fines esenciales del Estado (servir a la comunidad, promover la prosperidad general, garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución Nacional, asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo) el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vêlez aplica la Política de Seguridad Democrática para recuperar el orden y la seguridad, requisito cardinal para la vigencia real de las libertades, los derechos humanos y garantizar la protección de los ciudadanos como preocupación central de su administración.
En este orden de ideas y teniendo en cuenta que la verdadera seguridad no es sólo la capacidad de la Fuerza Pública para ejercer el poder coercitivo del Estado, sino la capacidad judicial de garantizar en forma rápida y cumplida las responsabilidades constitucionales para administrar justicia; el pueblo colombiano necesita además del esfuerzo de su Es tado, la solidaridad de otros países en especial de Ibero-América, vital para frenar el terrorismo y su aliado el narcotráfico, como lo describe en su libro el doctor José Obdulio Gaviria "A Uribe lo que es de Uribe” .
Con base en lo anteriormente expresado y con el propósito de dar continuidad al mandato emanado en la Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de Ibe-ro-América celebrada en Madrid en 1998, se realizó una vez más el acercamiento entre estos países para fortalecer la cooperación en materia de seguridad y defensa.
Durante la "Vil Conferencia de Directores de Colegios de Defensa de Ibero América” se reunieron delegaciones de estos Gobiernos en Bogotá-Colombia del 25 al 29 de septiembre de 2006, con el fin de crear un espacio privilegiado para el intercambio de ideas y conceptos generadores de conocimiento en materia de defensa y seguridad. A este evento académico asistieron 15 delegaciones (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, México, Perú, Portugal, República Dominicana, Uruguay y Venezuela) quienes intercambiaron sus opiniones al respecto del tema.
Con el propósito de consolidar la defensa y seguridad regional se trataron aspectos como la seguridad compartida, seguridad colectiva, el papel de los medios de comunicación, identidad cultural, desarrollo económico y social, entre otros; sin embargo, el tema que llamó especialmente la atención de las delegaciones fue el fenómeno de las drogas y sus conexos.
En su discurso de apertura, el señor ministro de la Defensa Nacional Juan Manuel Santos, señaló este flagelo como un problema trasnacional que afecta sensiblemente la seguridad nacional causando estragos a los Gobiernos y a la sociedad Iberoamericana. Manifestó la necesidad de diseñar una estrategia integral de combate al narcotráfico en la que también participen diversas agencias de los Estados responsables de la ejecución de las políticas contra la producción, tráfico y consumo de drogas, cumpliendo con los siguientes objetivos:
Reducción de la oferta. Mediante la erradicación de cultivos de coca y amapola, la interdicción aérea, marítima, fluvial y terrestre del tráfico de drogas, el control de insumos, desarticulación de las redes de narcotraficantes y particularmente criminalizando a las personas que participan en la cadena de producción del narcotráfico.
Reducción de la demanda. Se realizaría en los países consumidores a través de estrategias que promuevan la educación, la comunicación, y el castigo al consumo.
Desarrollo alternativo y protección del medio ambiente. La generación de microempresas y programas productivos en el agro, la compra de cosechas tradicionales en el sitio de siembra por parte de entidades del Estado y la creación de un seguro y un subsidio para la agricultura que estimule la siembra de productos tradicionales fomentando los cultivos lícitos, son factores esenciales para promover y estimular el desarrollo de la actividad agrícola.
Ataque al lavado de activos. Estos recursos son obtenidos en gran parte por la comercialización de la cocaína y la heroína, -los cuales permanecen en el sistema financiero nacional e internacional-, lo que contribuye de manera singular al terrorismo, a la vez que perturba los mercados de divisas y otros mercados financieros, estimula la subfacturación de importaciones, la economía subterránea, distorsiona de manera general el buen funcionamiento de la economía y contribuye a la corrupción.
Incautación de bienes, entre otros. La incautación de bienes y finanzas neutraliza el sistema económico y logístico de los narcotraficantes mediante una política agresiva de confiscación de activos y congelamiento de cuentas bancarias tanto en Colombia como en el exterior.
Al finalizar el encuentro y luego de un extenso y fructífero intercambio de ideas en torno al tema de análisis “La Cultura de la Defensa en el ámbito de los países Iberoamericanos”, se llegó a las siguientes conclusiones:
Nota: Los conceptos de seguridad y defensa tendrán la connotación acorde con el ordenamiento jurídico de cada nación.