Revista Estudios en Seguridad y Defensa 8(15): 1-2, 2013

Editorial


MG. JAVIER FERNÁNDEZ LEAL
Director Escuela Superior de Guerra



El Centro de Estudios Estratégicos sobre Defensa y Seguridad Nacionales. CEESEDEN, fiel a su compromiso con las políticas de la Escuela Superior de Guerra de las Fuerzas Militares de Colombia, lanza un número nuevo que da cuenta de su labor de investigación en el contexto de la política de internacionalización trazada por la Dirección institucional. Mirar al mundo es una necesidad de la realidad actual, en todos los campos, y el de la defensa y la seguridad no escapa a este proceso. El mundo enfrenta amenazas que van más allá del ámbito nacional y que, por lo tanto, requieren de esfuerzos multilaterales para enfrentarlas. Al igual que los problemas medioambientales, por ejemplo, los de seguridad también traspasan fronteras y se convierten en responsabilidades compartidas para los Estados amenazados.

Colombia interactúa hoy con otros Estados, con organizaciones del sistema internacional y con instituciones de la sociedad civil transnacional, para estar a la vanguardia de una integración que se impone. De esa manera, nuestro país recibe, pero también da. Así como se aprende de las experiencias de otros, Colombia es referencia obligada para muchos desarrollos en el campo de la lucha contra el terrorismo y contra la delincuencia organizada de alcance internacional. La bien ganada fama de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional, pone al país entre los exportadores de experiencias y conocimientos en materia de seguridad, coN niveles altos de reconocimiento en la comunidad internacional entera.

El número de la revista que llega hoy al lector, responde a ese interés y a esa visión. Los temas que se proponen en estas páginas, tocan asuntos relevantes del pensamiento geopolítico de la actualidad. Así, se revisa lo concerniente al problema de la construcción de un orden internacional, que es, en la agenda internacional, tema central. Tras el fin del mundo bipolar y de la guerra fría, el orden internacional se prefigura como orden de múltiples centros de poder, pero no ha llegado a un punto de estabilidad y madurez, toda vez que se perciben estos tiempos como de transición y acomodamientos inacabados. La visión geopolítica encuentra problemas nuevos, que vistos como estímulos, producen reflexiones para guiar las acciones y políticas del Estado en medio de las incertidumbres de la hora.

Como una derivación del marco general de reflexión, también se adentra este número en los aspectos de fondo que definen el futuro de la geopolítica regional, para prever fricciones y conflictos posibles en el entorno suramericano. Conocer un problema es empezar a resolverlo y eso lo saben científicos y políticos. La investigación debe asumir ese valor del conocimiento y trabajar en la frontera más avanzada de las posibilidades abiertas para el mantenimiento de la paz y de la convivencia entre las naciones. Se toca también un problema central de entorno geográfico de Colombia, el de región amazónica, la cuenca hídrica gigante y reserva vegetal de la humanidad entera. Las presiones políticas que genera el dilema de conservación y aprovechamiento de las riquezas de la Amazonia, ponen al país en el centro de una colaboración necesaria y permanente con la vecindad más inmediata.

La colaboración mantenida en materia académica con fuerzas militares de países amigos, da también frutos de reflexión en la revista. Se incluye un artículo sobre la experiencia del Brasil en materia de avances tecnológicos para la adaptación, modernización y transformación de las fuerzas armadas, reflexión que estimula la dinámica de los contactos entre vecinos que comparten territorio y preocupaciones similares.

No podía faltar en el conjunto la mirada a los peligros de mayor inmediatez y entidad para la sociedad colombiana en el campo de las amenazas transnacionales. Lo desafíos que plantean movimientos revolucionarios sin claridad ideológica ni programática, pero que si son extremistas de los medios violentos, obligan a echar una mirada sobre la evolución sobre esas transformaciones que han sido en la historia, de manera alternativa, fértiles o destructoras, las revoluciones política y sociales. Tampoco podía faltar el narcotráfico, cuyo poder desestabilizante y desmoralizador ha despertado la conciencia de los colombianos y ha contribuido, como el que más, a poner al país en el centro de una lucha de alcance mundial, hoy, afortunadamente reconocida y valorada.

El intento de instalar a la Escuela Superior de Guerra en los campos del pensamiento pertinentes para la comprensión de las realidades nuevas de la política internacional, debe persistir. El establecimiento colombiano de seguridad ha alcanzado cotas de desarrollo muy notables y pide una cabeza que reflexione, investigue y guíe. Ese es, ni más ni menos, el desafío institucional del presente.