Artículo

Revista Estudios en Seguridad y Defensa 8(15): 5-23, 2013

Colombia y la geopolítica del narcotráfico1

RICARDO ESQUIVEL TRIANA*


1 Apartes de este artículo se presentaron al "Primer encuentro Internacional de Centros de Investigación en la Lucha Antidrogas" (Bogotá, Mayo 8 de 2013). También al "Primer encuentro de Directores Antidrogas" (Bogotá, Octubre 24 de 2012). Procura una reflexión derivada de la cátedra de geopolítica dictada por el autor, nunca la posición oficial de las instituciones en las que imparte tal cátedra.
* Ph.D. Profesor H. C., Escuela Superior de Guerra Correo electrónico: esquivelt@esdegue.mil.co


Recibido: 02 de mayo de 2013
Evaluado: 10 de mayo de 2013
Fecha de aprobación: 22 de mayo de 2013


Tipología: Artículo de reflexión


Palabras clave: Geografía política, tráfico de drogas, crimen organizado.


Una geopolítica del narcotráfico se centra en considerar el ejercicio del poder respecto al control de territorios, rutas y grupos humanos asociados. El narcotráfico moderno puede atribuirse principalmente a británicos, holandeses y franceses en Asia y áfrica. Tanto con fines de lucro como para obtener influencia política sobre los países en aquella región del mundo. Desde la década de 1960 los Estados Unidos se suma a tal ejercicio, en cuanto sus consumidores demandan cocaína de Bolivia y Perú, como su gobierno reprime tal narcotráfico. El éxito es relativo pues los focos del negocio se desplazan temporalmente a países como Colombia. Igual si las rutas del narcotráfico se modifican según las circunstancias, junto con los focos de producción, tienden a mantener continuidad histórica. También el crimen organizado y las mafias se adaptan a las mismas circunstancias para controlar la producción, el tráfico y la rentabilidad del negocio. Ejercicio que afecta mucho más a los países débiles, subdesarrollados o recién creados. Por lo anterior, la ubicación geográfica de Colombia es circunstancial para el narcotráfico pues se deriva de esa dinámica internacional. Por lo mismo no debe considerarse una amenaza para el estado, sino contra la seguridad.


Referirse a Colombia y el narcotráfico en la perspectiva geopolítica impone resolver una pregunta por anticipado: ¿Colombia tiene una ubicación geográfica privilegiada? La respuesta definitiva es ¡NO! En efecto, un mapa reciente de la actividad de tráfico marítimo (véase Mapa 1) muestra que Colombia no es foco de atracción de tal actividad, como sí lo son Panamá (por el Canal interoceánico), o los puertos desde Brasil a Argentina. Por ende, la posición geográfica de Colombia no es importante.

La pregunta se plantea aquí por la insistencia de dirigentes y académicos en afirmar que el país si posee tal ventaja. Premisa que explicaría porqué Colombia es afectada por el narcotráfico, pero afirmación ajena a un adecuado análisis geopolítico.

Específicamente, la geopolítica implica conflictos de PODER para el control de los territorios [y las rutas], de las riquezas que estos guardan y de los humanos que las producen2. Una definición funcional que permitirá profundizar sobre cada uno de los aspectos que la componen.

Así esta exposición se desarrolla en tres partes: la primera, en función del territorio, identificará los principales focos del narcotráfico en orden histórico, geográfico y de ejercicios de poder. En segundo lugar, brevemente, se caracterizan las rutas asociadas al fenómeno. La tercera parte, en función de los grupos humanos, caracteriza la organización de estos para el narcotráfico. El balance final recoge los anteriores aspectos para una mejor comprensión del fenómeno en Colombia.

1. Los territorios y el narcotráfico

Desde los estudios pioneros de la geopolítica de las drogas se sugiere que el narcotráfico es hechura inicial de las grandes potencias de Europa y Estados Unidos3. Por lo mismo la producción de drogas tendió a ubicarse en las colonias y países subdesarrollados. Esto se explica por la necesidad de grandes extensiones de tierra para el cultivo de las plantas de las cuales se obtenía un narcótico.

El panorama general de la relación territorio y drogas (véase tabla 1) puede resumirse en cuatro familias de drogas: las derivadas de la hoja de coca: el cannabis; el opio y las drogas sintéticas. Las tres primeras son las que interesan en análisis geopolítico, pues son las que demandan extensos territorios de cultivo. Al contrario, las sintéticas no son de inmediato interés en geopolítica dado que su producción está asociada al comercio legal y/o los laboratorios que las producen son aledaños a los mercados de consumo4.

A continuación se caracteriza, muy sucintamente, la evolución de cada una de las drogas. En perspectiva histórica contemporánea primero se verá lo atinente al opio, luego la cocaína y, por último, la marihuana.

1.1. Las guerras del opio

Suele mencionarse a la Compañía Inglesa de las Indias Orientales como una de las primeras, a fines del siglo XVIII, en monopolizar el cultivo y la comercialización del opio. Como tal uno de los precedentes de la primera guerra del opio, promovida por los británicos contra la China Imperial. El resultado entonces permitió, por tratado de 1842, que los británicos controlaran Hong-Kongcomo principal puerto del narcotráfico.

Lo lucrativo del negocio y la resistencia china a la presencia extranjera llevó a la segunda guerra del opio. Asociados Gran Bretaña y Francia se Impusieron sobre China para que, por tratado de 1858, legalizara la Importación de opio proveniente de las colonias de aquellas potencias. Hacia 1905, China no solo producía hasta 22.000 toneladas de opio, e importaba otras 3.000 toneladas, sino que contaba con cerca de 120 millones de consumidores (un 20% de la población total).

El monopolio anglo-francés del opio cesó en China con la toma del poder en 1949 por los comunistas. Un reducto de las tropas del Kuomintang (KMT), formación china que combatía a los comunistas, huyó hacia Birmania. En su propósito de sobrevivir e Intentar debilitar al nuevo régimen chino recibieron apoyo de la CIA. La actividad se financió con el narcotráfico del opio.

Así nació el denominado "Triángulo dorado”, un territorio de unos 200.000 km2, entre las fronteras de Birmania, Tailandia y Laos (véase mapa 2), dedicado a la producción y distribución de opio.

No muy lejos, en Indochina, agentes del servicio secreto francés (SDECE) desarrollaron apoyos similares entre las tribus montañeras, para combatir a las fuerzas comunistas del Vietminh. Será, a su vez, el origen de la 'French Connection, la red del narcotráfico francés que sirvió inicialmente a las necesidades políticas de la Francia colonial.

En Birmania, un régimen militar pro-chino conformó milicias con la población del norte del país para combatir al reducto del KMT. Una medida ineficaz, pues a las milicias se les permitió financiarse también con el narcotráfico. Por ello en 1973, cuando el gobierno birmano suprimió las milicias, éstas sobrevivieron como bandas autónomas y bajo el liderazgo del "rey del opio”, Kuhn Sha.

Si bien éste se sometió al gobierno en 1996, no cesó el narcotráfico. Así que Birmania probó una medida radical desde 1998, recolonizar la zona con la etnia ‘wa’. El relativo éxito que se obtuvo se debió, no sólo a aquél desplazamiento masivo de poblaciones, también a los efectos climáticos del fenómeno del "Niño” que redujeron la productividad de los cultivos de opio y al programa de desarrollo alternativo que coordinó Naciones Unidas (la UNODC).

Es evidente que el narcotráfico del opio no se originó a partir de la posición geográfica privilegiada de algún país o región. Sino que tal origen conjuga factores comerciales, políticos y los propiamente geográficos (territorios, rutas y organizaciones humanas). Más aún, la incidencia de Colombia allí puede considerarse menos que marginal.

1.2. El ‘creciente dorado’

Después del "Triángulo dorado" la otra región que concentró el narcotráfico del opio fue la llamada “Creciente dorado”. Su origen no es muy diferente en términos de reflejar las disputas por el poder entre las grandes potencias, entre estados de una región, como entre las organizaciones criminales.

En efecto, ya en la década de 1960 Turquía era uno de los proveedores de la ‘French Connection’. Hasta 1 973 cuando por presión de Estados Unidos, el gobierno de ese país debió prohibir el cultivo de opio. Aunque así se estimuló la producción en países vecinos, la llegada al poder en Irán de los ayatolla’s se tradujo en 1979 en la supresión del cultivo también en este país. El mismo año cuando Pakistán decidió una medida similar.

Estos, factores favorables para que el foco del narcotráfico del opio se ubicara en Afganistán. Pero debe recordarse que la invasión soviética (1979-1989) a este país fue otro factor que también contribuyó al ’boom’ de la producción de opio. La CIA entonces además de incentivar la lucha de diferentes grupos contra los invasores, de nuevo aprovechó el narcotráfico para financiar tales operaciones.

La retirada soviética no significó el cese del narcotráfico. Al contrario estimuló desde 1992 una disputa entre los mujadines por el control de las principales provincias productoras de opio, a saber Helmand, Kandahar y Badakhshan (véase mapa 3). Igual que ocurrió antes en China y luego en Irán, el arribo al poder de los fundamentarías talibanes (1996-2002) se tradujo en una restricción del cultivo. Aunque una notoria alteración climática contribuyó al éxito de la medida.

Igual aquí, un grupo opositor afgano se apoyó en el narcotráfico para financiar sus actividades contra el régimen talibán. La Alianza Norte es señalada como la responsable del nuevo auge de los cultivos5. Así, entre los años 2000 a 2003, el área cultivada de opio pasó de las 2.700 hectáreas a las 12.756, en el período. Y de nuevo, se menciona a la CIA como uno de los coordinadores de las actividades.

El relativo éxito estadounidense para expulsar del gobierno afgano a los talibanes, al contrario, no se tradujo en la reducción del narcotráfico.

Ahora los opositores al régimen pro-occidental, de la etnia pachtun, se financian de la misma forma y controlan las provincias productoras de Helmand y Nangrahar.

Igual que se evidenció respecto al "Triángulo dorado”, el narcotráfico del opio en el “Creciente dorado” se originó a partir de la conjugación de factores comerciales, políticos y los propiamente geográficos (territorios, rutas y organizaciones humanas). Como Igual, respecto a la incidencia de Colombia en esta reglón del Asia Central también debe considerarse menos que marginal.

1.3. El ‘boom’ de la cocaína

El narcotráfico de cocaína no debe confundirse con las culturas 'cocaleras' de Bolivia y Perú. Países donde hay mayoría indígena en la población, pero el consumo de hoja de coca responde a una costumbre atávica asociada con la ubicación de la población en las alturas andinas.

Ciertamente la cocaína es un descubrimiento médico del siglo XIX, cuyo tráfico y consumo se atribuyen iniclalmente a Alemania y Holanda. Estos países primero son Importadores, pero ante el incremento de la demanda Holanda logra aclimatar la planta en sus colonias en Java. Ello le permite convertirse en el primer productor de cocaína, seguido de cerca por Japón que aclimató la planta en sus dominios en Taiwán.

No obstante el primer 'boom' del consumo se dio entre 1910 y 1940. Los países que controlaban este narcotráfico eran entonces Holanda, Japón y Alemania. Mientras Estados Unidos adoptó una política prohibicionista. Esta atribuíble más que al espíritu puritano de ese país, a la necesidad de debilitar a las potencias coloniales.

Por lo mismo, entre 1946 y 1961, las tres conferencias Internacionales reunidas en torno a combatir el narcotráfico reflejan la creciente Influencia de los Estados Unidos. Posición Internacional que contradijo el 'boom' del consumo de cocaína en ese país, que se inició en la década de 1960 de la mano con los ‘hippies’, los conflictos por los derechos civiles y la guerra en Vietnam.

Será el Perú el que responda preferencialmente a la demanda estadounidense. Entre 1972 y 1979el área cultivada de coca en este país pasó de 1.500 hectáreas a 20.000 en ese período (véase mapa 4). Pero no sólo por un simple incentivo a la demanda, la crisis del sector agrícola, las dictaduras militares y el surgimiento de las guerrillas maoístas estimularon también la producción.

A comienzos de la década de 1990 el área cultivada alcanzó las 120.000 hectáreas. Parte de la producción se enviaba a Colombia para ser procesada en los laboratorios que instalaron empresarios en este país. Estados Unidos asumió que podía frenar estos envíos con la interdicción aérea. El éxito fue relativo, pues entre 1992 y 1993 se pasó de 12 aviones abatidos a 25.

Si de nuevo se evidencia que el narcotráfico de la coca se originó a partir de la confluencia de factores comerciales, políticos y los propiamente geográficos (territorios, rutas y organizaciones humanas). La incidencia de Colombia en este narcotráfico evoluciona según el juego de factores mencionados.6 Fue el éxito de la interdicción en Perú lo que impulsó a los empresarios del narcotráfico en Colombia a promover la producción de coca localmente (véase mapa 5), como se explicará más adelante.

1.4. El cannabis

Muy similar a lo que ocurre con el opio y la coca, puede identificarse al principal productor de cannabis: el áfrica Sub-Sahariana. Aunque gran parte de su producción se dirige al consumo interno (véase mapa 6).

Ya en 1 903, de nuevo, los británicos controlaban la producción de cannabis en Nigeria. País desde el cual, luego, se genera el narcotráfico para la Commonwealth. También al occidente de áfrica figuran como productores Chana, Senegal y Costa de Marfil. Hacia el sur figuran Suráfrica, Malawi, Bostwana y Lesotho. Mientras Kenia destaca como productor en el oriente africano.

Al parecer es poca la producción que se exporta a Europa occidental, mucho menos a Estados Unidos. En parte porque en Europa se prefiere el consumo de hachís, cuyo principal proveedor es Marruecos. País que paradójicamente no ha suscitado política represiva o de intervención por los europeos, ni en particular de Francia.

Esto se explica por la inmediata vecindad a ambos lados del Mediterráneo. Una política tal podría tener inmediatas repercusiones políticas sobre el espacio europeo, incluido el ascenso de un gobierno fundamentalista en Marruecos. Lo que convierte a Marruecos en un paraíso del narcotráfico, sin que se considere un narco-estado como se explica más adelante.

Debe reiterarse que la incidencia de Colombia en la producción africana de cannabis o hachís, como su misma posición geográfica respecto al flujo hacia Europa, resultan ser menos que marginales. Como pudiera resultar ínfimo el narcotráfico de cannabis que fluye de Colombia hacia Estados Unidos.

En efecto, aunque Estados Unidos es el primer consumidor de cannabis del mundo (véase mapa 7). La demanda se suple en gran parte con la producción interna. Si bien el gobierno de ese país realiza erradicación de cultivos, por ejemplo en 2001 el área erradicada alcanzó las 33.000 hectáreas, su impacto sobre el mercado puede ser ínfimo dada la alta productividad de sus cultivos; para el caso, una hectárea de cannabis en Estados Unidos rinde el doble que una hectárea cultivada en el vecino México.

No obstante México, ya en 1930, exportaba marihuana y cocaína a los Estados Unidos, sin que este narcotráfico hubiera sido desplazado por la cocaína suramericana. Al contrario, en la década de 1980 las organizaciones mexicanas aseguraron también el control de las rutas de la cocaína proveniente del sur (véase mapa 8). Precisamente sobre las rutas se ocupa la segunda parte de esta exposición.


2. Las rutas del narcotráfico

Dejamos dicho que las rutas interesan en el análisis geopolítico de las drogas. En cuanto reflejan el mismo dominio del territorio, como son objeto de disputa entre los poderes que desean usarlas a su favor. Aquí se busca caracterizar tales rutas, en primera instancia diferenciando los dos tipos principales de rutas:

a) Las rutas que conducen de las zonas de producción (países en desarrollo) a los mercados de consumo (países desarrollados: véase mapa 9). Puede afirmarse que no hay mapa sobre el narcotráfico que muestre un flujo diferente. El narcotráfico fluye de Sur a Norte, desde los países pobres hacia los países ricos. Puede que ello explique dos inferencias: una, que el principal incentivo del narcotráfico es la demanda. Otra, de carácter político, sostiene que el narcotráfico es una expresión del neocolonialismo, una forma en que se desarrolla el nuevo imperialismo por las grandes potencias.7

b) Las rutas al interior de los países que participan en el narcotráfico, bien sean productores, territorios de paso, o países consumidores. Son las que disputan las organizaciones entre sí, o estas con los gobiernos que las combaten (véase mapa 10).


No obstante ambos tipos de rutas confirman el por qué el tráfico de opio o de coca son rentables. A lo largo de las rutas estos productos deben sufrir sucesivas transformaciones antes de llegar al consumidor. Por lo mismo deben sortear diferentes obstáculos (véase mapa 11 y mapa 12). En suma las transformaciones y los obstáculos permiten el sucesivo incremento del valor, como facilitan la extracción de beneficios por los diferentes participantes del narcotráfico.


Al comparar los porcentajes de ganancias que se perciben en cada una de sus fases, se confirmaría la tesis del neo-imperialismo. La Ilustración en seguida (véase Ilustración 1) muestra que los productores, vale decir los campesinos y colonos en los países subdesarrollados, apenas perciben entre el 2 y el 5% sobre el total de las ganancias. Lo que no obsta para que un campesino pobre prefiera cultivar coca y no un producto legal por el cual percibe aún menos beneficios.

Mientras los intermediarlos nacionales e internacionales derivan entre el 1 5% y el 26% de las ganancias. En definitiva los distribuidores en los países consumidores se quedan con más de la mitad (54%) de los beneficios. Es decir, el grueso de la realización del producto se obtiene en los países desarrollados, confirmando la tesis del neo-imperlallsmo.

En perspectiva geopolítica las rutas del narcotráfico reflejan dos atributos más. El primero, es que las rutas tienden a subsistir en el largo plazo. Esto lo explica mejor el hecho de que la antigua ruta de la seda funciona hoy para el trasegar de la heroína. Por lo mismo, y segundo atributo, es que las rutas tienden a soportar poli-tráficos; es decir, por las mismas rutas y redes hoy se trafican drogas, armas, minerales preciosos y humanos.

Esto lleva al último aspecto de Interés en este análisis geopolítico del narcotráfico. Las organizaciones humanas que lo realizan, en particular el crimen organizado.

3. El control humano

Más exactamente el Crimen Organizado (C.O.), interesa a la geopolítica en cuanto su presencia territorial y la conexión con las estructuras políticas de los países. Por ello debe aclararse que el Crimen Organizado es una alusión genérica, la cual Incluye un tipo de organización conocida como mafia; pero una y otra no son sinónimas.

3.1. Las organizaciones criminales

Sobre los tipos de organizaciones criminales, la tabla 2 permite diferenciar los tipos y relaciones más frecuentes. En función de su carácter, el vínculo étnico-familiar es lo que define a las mafias (Italianas y albanesas). La distribución territorial y la fuerte jerarquización caracterizan a las mafias orientales (japonesas y chinas). La estricta compartimentación, encabezada por un “señor de la guerra”, es particular a las organizaciones nigerianas. Mientras que las organizaciones del crimen en Turquía, México y Colombia responden más a un liderazgo (Jefe o Capo).

En función de su especialidad las mafias de Estados Unidos, Italia, Rusia y Turquía se ocupan de todo aquello que pueda traficarse con beneficio (drogas, armas, humanos, etc.). Por el contrario, las organizaciones de México, Nigeria y Colombia suelen concentrarse en el narcotráfico.8

La relación con el Estado es la que más suscita confusiones en el análisis del crimen organizado. En efecto, los Estados Unidos demuestran que tales organizaciones pueden usarse para cumplir objetivos políticos. Más arriba se mencionó como la CIA empleó tanto organizaciones y narcotráfico en los casos de China, Afganistán, o el más cercano en Nicaragua, donde con el narcotráfico apoyó la acción de los ‘contras’ para debilitar al gobierno sandinista en ese país.

Igual, los Estados Unidos usó, durante la Segunda Guerra mundial, a las mafias italianas para facilitar la invasión de Sicilia, igual a los corzos en Francia y las mafias japonesas para mantener el control en su país al final de la guerra. En el mismo Japón las mafias fueron señaladas en la década de 1980 como las responsables de la crisis financiera que afectó a ese país.9 Entonces el gobierno decidió someterlas. En el reciente desastre natural que afectó a Japón, tales organizaciones figuraron como las encargadas de la asistencia social y para la recuperación del país.

El caso inverso es cuando las organizaciones criminales logran tomar control del Estado. Son los que suelen denominarse narco-estados, como lo fueron Birmania (hoy Myanmar), o también Bolivia con el gobierno de Hugo Banzer (19711978). Algunos autores sugieren que México debe incluirse en esta lista, dado que los gobiernos del partido oficialista PRI fueron controlados alternativamente por una de las organizaciones de narcotraficantes de ese país.

Una variante es cuando la corrupción en el aparato del Estado deriva de la influencia de las organizaciones criminales. Como ejemplo se citan a Rusia, Turquía, Nigeria y, de nuevo, México en función de la acotación que se hizo anteriormente.

Por último, las organizaciones criminales del narcotráfico en algunas ocasiones han osado enfrentarse directamente contra el Estado.

En la década de 1990 las mafias Italianas y las organizaciones colombianas lo intentaron. Aunque no lograron su cometido, en Colombia, el relativo éxito del Estado para desarticular las grandes organizaciones condujo a que surgieran decenas de pequeñas organizaciones dedicadas al narcotráfico.

Las organizaciones criminales, incluyendo las mafias, responden entonces a una geografía no estatal (véase mapa 13). Ello en cuanto operan en redes de carácter horizontal, basadas en la fuerza y absoluta autonomía. Gayraud, comisario francés anti-mafias, sostiene que aquellas constituyen un actor transnacional y un poder configurador de la globalización; un nuevo tipo de imperio invisible.10

3.2. Conflictos y narcotráfico

Según Gayraud, no solo la globalización ha contribuido a la expansión del crimen organizado. Se da una paradoja democrática. Los programas de descentralización del Estado, impuestos en los países subdesarrollados por el Banco Mundial y el FMI, han favorecido la penetración del crimen organizado en los gobiernos.

Del mismo modo las operaciones de intervención aupadas por Naciones Unidas, la OTAN, como las unilaterales realizadas por Estados Unidos, se ajustan a una teoría del complot. Cada intervención foránea ha servido para fortalecer la acción del crimen organizado en los países afectados (véase mapa 14). Fenómeno que trasciende desde la ex Yugoslavia en la década de 1 990, hasta el caso más reciente en Libia.

La descentralización y la desestabilización del Estado en los países subdesarrollados explican el incremento en los conflictos pos-Guerra Fría. Entre 1991 y el 2011 se produjeron 96 conflictos armados nuevos en el mundo (30% sobre el total desde 1945).9 En muchos de ellos hay una estrecha relación entre la situación de conflicto y la incidencia del narcotráfico (véase tabla 3).

Conflictos que se atribuyen ora a disputas entre organizaciones criminales por el control de tal tráfico, ora a la acción del Estado contra tales organizaciones. Se trata de un fenómeno evidente en todos los continentes pero que por extraña coincidencia, sugiere la teoría del complot; nunca afecta a las grandes potencias.

4. Colombia de paso

De todo lo anterior, puede reiterarse que la inserción de Colombia en el narcotráfico es circunstancial. Es decir no se generó en estricto de su posición geográfica, ni por su propia dinámica, sino al conjugarse los diversos factores detallados para otros casos.

Para el caso, muy diferente a los casos de Bolivia y Perú, en Colombia la población indígena es una minoría. ésta alcanza un 3,4% sobre el total de la población del país, con cerca de 80 etnias diferentes. Dada la diversidad geográfica del país, se distinguen entre otras por ocupar unas las zonas de selva, otras las zonas andinas, otras la Sierra de Santa Marta, otras el desierto de La Guajira, etc, por lo que el consumo de coca tradicional no define al conjunto, ni su cultivo fue otrora generalizado.

Lo cierto es que el 'boom' del consumo de marihuana en Estados Unidos (1965-1979) fue el primer incentivo para el narcotráfico en Colombia. No obstante suele advertirse que el incentivo llegó con los Cuerpos de Paz de aquel país, específicamente la semilla para los cultivos. El incentivo interno provino de la crisis de las economías locales que afectó al país en el período.

La crisis afectó a los cultivos de algodón en el Caribe colombiano; el sector textil en Medellín y los cultivos de azúcar en el Valle del Cauca. Focos donde se originan las primeras organizaciones criminales del narcotráfico en Colombia.10 No obstante la exportación de marihuana a Estados Unidos se mantiene por una década escasa, desde 1968 aproximadamente. En parte porque es desplazada por la cocaína.

Las mismas organizaciones colombianas percibieron las virtudes de la cocaína, menos volumen y mayor ganancia. Inicialmente importaron la materia prima de Bolivia y Perú. Pero dado el éxito de la interdicción aérea en Perú, optaron por promover la producción local. Entre 1990 y 2001 el área cultivada pasó de 50.000 hectáreas a 1 70.000.

En respuesta Estados Unidos impuso la fumigación de los cultivos desde el 2000. Pese a los efectos contaminantes y a la protesta de Ecuador porque estos alcanzaban a su territorio, la campaña logró en 2004 reducir a 80.0000 hectáreas el área cultivada. Otro éxito relativo, pues la producción comenzó a desarrollarse en pequeñas parcelas mezcladas con cultivos tradicionales.

Acaso una particularidad del narcotráfico en Colombia es que si operó la confluencia de factores ocurrida en los casos descritos más arriba. La inserción de los grupos armados en el fenómeno favoreció su expansión geométrica. Es decir, se intensificó el narcotráfico, se multiplicó el grupo FARC a expensas de él y los mismos narcotraficantes prohijaron la creación del grupo AUC.

El esfuerzo del Estado colombiano para combatir unos y otros tuvo el mismo éxito relativo que en otros países: la fragmentación de cultivos, la multiplicación de las organizaciones criminales y la diversificación de los tráficos ilegales (drogas, minerales, fauna y flora, armas, humanos).

Balance final

Desde la perspectiva geopolítica propuesta, el balance de esta exposición sugiere varias tendencias para el análisis del narcotráfico. En primer lugar que el fenómeno no desaparece, sino que tiende a evolucionar; también por basarse en un vicio humano.11

Por lo mismo, y en segundo lugar, el principal incentivo del fenómeno es la demanda de drogas. Mientras no haya mejores iniciativas para controlar el consumo la lucha contra el narcotráfico será inocua. Igual, la globalización con todas sus bondades ha sido el mejor estímulo del fenómeno. Esto en cuanto la globalización golpea a las economías tradicionales, sin ofrecer alternativas rentables a campesinos y pequeños productores.

En tercera instancia, el campo fértil para el narcotráfico es la debilidad de los Estados. Debilidad que no solo tiene origen estructural, dada la proliferación de Estados luego de la Segunda Guerra Mundial, sino por los programas de descentralización adelantados por los organismos multinacionales.

En cuarto lugar, el narcotráfico no puede considerarse una amenaza contra el Estado. No constituye un desafío simétrico desde otro Estado ni encaja entre las amenazas militares clásicas.12Ciertamente es una amenaza a la seguridad de los individuos o grupos sociales. Excepcionalmente se consideró amenaza contra un gobierno, como se tipificó más arriba a las organizaciones criminales en la década de 1990 en Colombia e Italia.

En suma el control del narcotráfico siempre será relativo, aún en cualquiera de sus dos enfoques. Por un lado, ante el enfoque represivo se evidencia que el fenómeno se adapta. Incluso, la represión tiende a favorecer su rentabilidad dados los picos de crecimiento de precios que generan las incautaciones y la erradicación de cultivos.

Por otra parte, si bien el enfoque como problema de salud pública incide en la reducción de las secuelas criminales o de salubridad asociadas, en últimas permite el crecimiento vegetativo del fenómeno. Lo mismo que ocurriría con la legalización de las drogas, estimularía el consumo en los países productores.


2 LABROUSSE. Alain. Géopolitique des drogues. Paris: Presses Universitaires, 2004. p. 3: traducción y subrayados nuestros. Aunque aquí se controvierte su visión en lo que afecta a Colombia, seguiremos en extenso a Labrousse dado su profundo aporte sobre el tema, entre 1991 y el 2000, desde el Observatoire géopolitique des drogues (OGD).
3 Un estudio pionero de la geopolítica de las drogas es MCCOY. Alfred. The Politics of Heroin in Southeast Asia. New York: Harper & Row, 1972.
4 Excepcionalmente, las anfetaminas se derivan de un activo obtenido en cultivos controlados, incluso en Myanmar: véase UNITED NATIONS OFFICE ON DRUGS AND CRIME - UNODC. World Drug Report 2012. Viena: UNODC, 2012. pp. 79-80.
5 SHUSTOV, Aleksandr. The Geopolitics of Drug Trafficking. 31, October,2010.
6 LABROUSSE. Alain: FIGUEIRA, Daurius y CRUSE, Romain. «évolutions récentes de la géopolitique de la cocaïne». En: L’Espace Politique. 4, 1, 2008.
7 PEREYRA, Carlos. "La Droga, herramienta geopolítica del Imperio”. 2011 ; MANTILLA, Silvia. Seguridad y narcotráfico en el Gran Caribe: geopolítica, integración regional y otros dilemas asociados. En: Papel Politico. Enero-Junio 2011. v. 16, no. 1.
8 OGD. The World Geopolitics of Drugs 1997 I 1998. Annual Report. Paris: OGD, 1998. p. 10-11.
9 GAYRAUD, Jean-F. Ne pas occulter la dimension criminelle de la crise financière. En: Le Figaro. 16. Diciembre, 2008.
10 GAYRAUD. Jean. El G 9 de las mafias en el mundo: geopolítica del crimen organizado. Barcelona: Urano. 2007.
9 MARSHALL. Monty. Major Episodes of Political Violence 1946-2012. Vienna, VA: Center for Systemic Peace, 2012.
10 GARCíA-B., Martha. Los focos de la mafia de la cocaína en Colombia. En: Nueva Sociedad. Septiembre-Octubre, 1992. no. 121, p. 60-67.
11 SáNCHEZ, Luis. Regularidades y tendencias relativas al problema de las drogas observadas en el ámbito mundial en los últimos años. Lima: Asociación Ciencia y Desarrollo, 2002.
12 DAVID, Charles-P. La guerra y la paz: Enfoques contemporáneos sobre seguridad y estrategia. Barcelona, Icaria, 2008. p. 103.



Bibliografía

1. BURGHARDT, Tom. Americas Secret Deal With Drug Cartels. En: The Real Conservative, 4, Septiembre, 2012. Disponible en http://therealconservative.net/2012/09/04/commentary/americas-secret-deal-wíth-drug-cartels/#top

2. BARRIOS, Miguel. “El otro rostro de la guerra contra la droga en México". 20, Agosto, 2011. Disponible en http://licpereyramele.blogspot.com/2011/08/el-otro-rostro-de-la-guerra-contra-la.html

3. CIA. Map of International drug pipelines, 2009. Disponible en http://www.arlingtoncardinal.com/wordpress/wp-content/uploads/2010/06/CIA-Drugroutemap.jpg.

4. COCAÏNE ET héroïne: les mille et une routes de la drogue. En: Le Monde. 27, noviembre, 2008. Disponible en http://www.lemonde.fr/planete/infographie/2008/11/27/cocaine-et-heroine-les-mille-et-une-routes-de-la-drogue_1124235_3244.html.

5. COMMERCIAL ACTIVITY (Shipping). National Center for Ecologlcal Analysis and Synthesis. Data: Impacts. 2008. Disponible en http://ebm.nceas.ucsb.edu/ClobalMarine/impacts/transformed/jpg/shipping.jpg.

6. DAVID, Charles-R La guerra y la paz: Enfoques contemporáneos sobre seguridad y estrategia. Barcelona, Icaria, 2008.

7. FAILED STATES: Fixing a broken world. 29th. January, 2009. Disponible en http://www.economist.com/node/13035718/ Fixing a broken world

8. CARCíA-B., Martha. Los focos de la mafia de la cocaína en Colombia. En: Nueva Sociedad, Septiembre-Octubre, 1992. no. 121.

9. GAYRAUD, Jean. El G 9 de las mafias en el mundo: geopolítica del crimen organizado. Barcelona: Urano, 2007.

10. GAYRAUD, Jean-F. Ne pas occulter la dimension criminelle de la crise financière. Le Figaro. 16, Diciembre, 2008. Disponible en http://www.lefigaro.fr/actualite-france/.

11. JOLLY, Jean. L'afrique et son environnement européen et asiatique. Paris: L’Harmattan, 2009. Disponible en http:// www.afrique-atlas.org/images/cartes/drogue.png.

12. KHOURI-DAGHER, Nadia. Economía: contaminación de dinero sucio. En: Fuentes. Abril 1999, no. 111, p. 6. Disponible en http://www.unesco.org/most/sourdrsp.pdf

13. L'AFRIQUE au coeur d'un vaste réseau de trafics (2010, Novembre 20). Disponible en http://goodmorningafrlka.blogspot.com/2010/11 /lafrique-au-coeur-dun-vaste-reseau-de.html.

14. LABROUSSE, Alain. Géopolitique des drogues. Paris: Presses Universitaires, 2004.

15. LABROUSSE. Alain; FlGUEIRA. Daurius y CRUSE, Romain. «évolutions récentes de la géopolitique de la cocaïne ». En: L'Espace Politique. 4. 1, 2008. Disponible en http://espacepolitique.revues.org/index691.html

16. LES DROGUES en Afghanistan. S.f. Disponible en http://geographie-vllle-en-guerre.fr.gd/Les-drogues-en-Afgha-nistan.htm

17. MAPS OF detected trafficking routes, 2008. Disponible en http://www.cipcol.org/7p=590

18. MARIN, Cécile. Les grands courants du narcotrafic en Amérique latine. En: Le Monde Diplomatique. Paris, 1er, Janvier, 1998. Disponible en http://www.monde-dlplomatlque.fr/IMG/png/amerlque-latine-drogueGF.png

19. MANTILLA, Silvia. Seguridad y narcotráfico en el Gran Caribe: geopolítica, integración regional y otros dilemas asociados. En: Papel Politico. Enero-Junio 2011. v. 16. no. 1. Disponible en http://www.sci.unal.edu.co/scielo.php?script=sci_serial&pid=0122-4409&lng=pt&nrm=iso

20. MARSHALL, Monty. Major Episodes of Political Violence 1946-2012. Vienna, VA: Center for Systemic Peace, 2012. Disponible en http://www.systemicpeace.org/peace.htm

21. MCCOY, Alfred. The Politics of Heroin in Southeast Asia. New York: Harper & Row, 1972.

22. OBSERVATOIRE GEOPOLITIQUE DES DROGUES - OGD. TheWorld Geopolitics of Drugs 1997 I 1998. Annual Report. Paris: OGD, 1998. Paris: OGD. Disponible en http:// www.ogd.org

23. ORGANIZED CRIME The World's Largest Social Network Wired Magazine. 2011. Disponible en http://www.wi-red.com/magazine/2011/01/ff_orgchart_crlme/.

24. PEREYRA, Carlos. "La Droga, herramienta geopolítica del Imperio". 2011. Disponible en http://licpereyrame-le.blogspot.com/2011/08/el-otro-rostro-de-la-guerra-contra-la.html

25. SáNCHEZ, Luis. Regularidades y tendencias relativas al problema de las drogas observadas en el ámbito mundial en los últimos años. Lima: Asociación Ciencia y Desarrollo, 2002.

26. SHUSTOV, Aleksandr. The Geopolitics of Drug Trafficking. 31, October. 2010. Disponible en http://www.strategic-culture.org/pview/2010/10/31/the-geopolitlcs-of-drug-trafflcklng.html

27. UNITED NATIONS OFFICE ON DRUGS AND CRIME -UNODC. Prevalence of drug use among the general population. En: World Drug Report 2012. Disponible en http://www.unodc.org/unodc/secured/wdr/WDR12_Pre-valence_maps.pdf

28. UNITED NATIONS OFFICE ON DRUGS AND CRIME -UNODC. World Drug Report 2012. Viena: UNODC. Disponible en http://www.unodc.org/documents/data-and-analysis/WDR2012/WDR_2012_web_small.pdf