Revista Estudios en Seguridad y Defensa 9(18): 1-2, 2014

Editorial


El número que se entrega se centra en problemas que están en la primera línea de las preocupaciones que, en materia de seguridad y defensa, ocupan a las comunidades del sector en todo el mundo. Tres artículos hacen refe -rencia a los ámbitos de la geopolítica y del derecho internacional y dos se refieren a los medios nuevos que se ponen en práctica para enfrentar el entorno cambiante, y por qué no decirlo, inestable, de un orden internacional que no encuentra todavía como reemplazar el largo interregno que significó la guerra fría.

Las reflexiones sobre el derecho internacional tienen toda la pertinencia y son útiles para ventilar la situación colombiana de los últimos años. En los primeros años del siglo, Colombia se ha tenido que enfrentar al problema del balance entre los apremios que impone el interés nacional sometido a prueba, y hechos derivados de disposiciones de organismos internacionales que introducen factores de desestabilización en el área regional. El problema del margen de autonomía que se les concede a los Estados para no poner en peligro su interés nacional en materias fundamentales, es un debate inescapable en las circunstancias que vive Colombia.

En la misma línea, se examina en este número un caso de sumo interés para entender la relación del Estado nacional con su necesidad de seguridad. Durante largos años, el Japón, pacifista a ultranza tras la lección dolorosa de la segunda guerra mundial, se había atenido, para la defensa de sus intereses básicos, al paraguas atómico norteamericano. El cambio brusco que significó el fin del imperio soviético, desnudó realidades aplazadas. Ahora el alcance de las alianzas debe redefinirse y el papel de la defensa y seguridad propia emerge. En verano del año 2006, bajo un breve gobierno dirigido por el primer ministro actual, apareció en los medios un debate que nunca antes hubiera podido darse en el Japón moderno, sobre la necesidad de un cambio de concepción en la defensa y sobre el protagonismo de las fuerzas propias del Estado en esa responsabilidad.

El entorno regional del que trata el artículo, había cambiado profundamente. El aventurerismo nuclear de Corea del Norte y la política china, sobre todo en los ámbitos marítimos, obligó a pensar en la relación nueva de los interese nacionales de los aliados, que podrían alterar los compromisos anteriores y el papel propio en la defensa y la seguridad. Se hizo una tímida prueba para una política nueva al transformar la Agencia Nacional de Defensa en un Ministerio de Defensa, que antes hubiera sido imposible, y no faltó quien planteara la necesidad de dotarse con armamento nuclear, tema sensible, si los hay, en la sociedad y en la política japonesa. El resurgimiento de un nacionalismo japonés, es una alternativa difícil para un país que había renunciado hasta a pensar en la posibilidad de la utilización de la fuerza.

El ejemplo japonés deja lecciones para todos. Nuevamente el caso colombiano, en otra escala, desde luego, puede derivar conclusiones de esa situación, así parezca lejana, y reflexionar sobre las situaciones nuevas que han aparecido para poner en peligro los intereses nacionales más sentidos como son la integridad del territorio y de los espacios marítimos.

En el campo práctico, la revista trata de asuntos como las transformaciones de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos -USAF- para enfrentar los desafíos que plantea la transformación incesante, tanto de la política como de la ciencia y la tecnología. Es un tema que lleva las reflexiones sobre la política al terreno de las aplicaciones para la defensa y la seguridad. Ilustra la carrera que se le impone a las potencias para no quedarse atrás en los medios que garantizan su permanencia como Estados de primera línea en la distribución del poder mundial.

La educación es otro tema sensible para la defensa y la seguridad. Los cambios en el plano de la informática y las comunicaciones han transformado los escenarios sociales, culturales y políticos en todo el mundo. La ciberseguridad es un recién nacido entre los tópicos de la seguridad, pero importantísimo. La guerra electrónica es una realidad inescapable. Llegó para quedarse. Una sociedad puede ser paralizada en sus funciones esenciales por ataques cibernéticos. En este campo no puede haber dilaciones. Es un trabajo de día a día, un juego de luces y sombras intermitentes que no se puede descuidar.

Se le entrega al lector un número lleno de referencias para estimular el pensamiento sobre la seguridad. La seguridad es una situación de vida que se construye de manera permanente en los días que corren. Los horizontes del nuevo orden internacional son cambiantes e inciertos. Sin caer en exageraciones paranoicas, pero con realismo, el país tiene una deuda que debe saldarse con la preocupación por su seguridad. Los descuidos del pasado deben ser una lección repasada y aprendida.